jueves, 26 de diciembre de 2013

Balances y propósitos

No lo nieguen. Llegadas estas fechas todos nos disponemos a hacer el balance del año que pasa para elaborar, aunque sea mentalmente, la lista de los propósitos del año que viene.

Les recuerdo que quien les habla en estas líneas, es el mismo que promovía con ímpetu y con muchas ganas la filosofía del efecto dominó. Seguro que la recuerdan, y es ahora cuando más deben recordarla. Pero no comentan errores.

Todo lo que tenga que venir, vendrá. Tenemos que dejar que llegue solo. No debemos proponernos grandes cambios, busquemos los pequeños, para que así al final, como si de una figura dibujada con fichas de dominó se tratase, vayan consiguiendo el último cambio que nos hará sonreír cada vez que recordemos el camino que han recorrido todas y cada una de las fichas del dominó que nosotros mismos colocamos al principio, hasta dejarnos ver el dibujo final que algo nos hizo olvidar.

Con mi experiencia les aconsejo seguir pensando en esas pequeñitas cosas que alterar y que provocarán, como la caída de las fichas, el cambio importante que al llegar a estas fechas les hará mirar hacia atrás y sonreír, y pensar, "¡coño! Si por fin soy feliz."

Pero es mucho más que una reflexión sobre el año que dejamos. Es, como les decía, el balance de lo vivido, poniendo ahora en la balanza lo pasado y lo que queremos que venga, para convertir en propósitos del nuevo año, lo no conseguido en el anterior.

Les confieso algo. Son unas palabras que yo dije al comienzo de este año las que me han hecho escribir esta pequeña nota. Les hago partícipes de las mismas.

"2013 es el año, Alicante es el lugar.

Son muchos los detalles y los cambios que me han llevado a ser quien soy y a estar donde estoy, tantos que considero que ahora empieza una nueva e importante etapa en mi vida, y por eso me defino (a mí en este momento que estoy viviendo) como una actualización de mí mismo que pretende ser mejor con lo que ya ha aprendido y con lo que sigue aprendiendo, de ahí el nombre que tanto utilizo y tanto prodigo: nes 3.0."

¿No les hace a ustedes sonreír? A mí mucho, y por varias razones.

Una, porque recuerdo las esperanzas que yo puse en aquella reflexión y en el balance del año pasado y en mis planes y propósitos del que empezaba. Al mismo tiempo recuerdo lo que en su momento me hacía sonreír, lo que deseaba cambiar y lo que quería mantener.

Y dos, porque veo que he conseguido muchas de las cosas que me propuse aprendiendo muchas más en el camino que me ha traído hasta aquí y sin poder parar de sonreír porque, ¡coño!, por fin puedo decir sin vergüenza y a todos que... ¡¡¡SOY FELIZ!!!