Abrió los ojos y vio cómo entraba la luz por las rendijas de su persiana. Parecía que hacía buen día. Se disponía a remolonear en la cama un rato más, como cada mañana, y empezó a pensar.
“Hoy es un día maravilloso, seguro. Hoy todo me va a salir bien. Seguro que encuentro trabajo por fin. Por culpa de Zapatero perdí el último, por su culpa también perdí mi casa y me tuve que volver a casa de mis padres. Todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna, ¡ja! Zapatero se pasó por el forro ese derecho. Pero bueno, ahora seguro que la cosa mejora, vamos a tener un presidente que defienda nuestros derechos, ¡qué bien! Estoy tan tranquila… He dormido tan bien… Y eso que mi hermano no paró de gritar y discutir con mis padres hasta la una de la madrugada… Pobre, está enfermo. Es gay. Por suerte se va a curar. Mis padres le aconsejaron ir a un médico buenísimo, lo que pasa es que es muy caro, y mi hermano no se lo puede pagar, tampoco tiene trabajo, pero seguro que lo va a encontrar enseguida. Entonces podrá pagar a ese médico del que hablan mis padres. No sé por qué la gente se preocupa tanto por la seguridad social, nosotros llevamos mucho tiempo pagando la privada y nos va todo estupendamente. Y eso que mi padre ganaba menos dinero. Todo por culpa de Zapatero. Mi hermano se curará y encontrará una buena mujer que le cuide y se podrá casar, como dios manda, y no eso que ahora llaman matrimonio. Menos mal que Rajoy eliminará esa ley asquerosa que les permite casarse… ¡bah! Pero por lo civil… eso no es matrimonio ni es nada… Menos mal que mi hermano no quiso casarse nunca, ni tener hijos… Decía que ya los tenía todos mi hermana. Mis cinco sobrinos son encantadores, los quiero tanto… ¿Y yo? ¿Algún día tendré hijos? Mi novio lo lleva pensando desde que empezó a trabajar en la empresa de mi padre, dice que ahorra un poco más y nos casamos y tenemos hijos… Uf, pero con dinero sí… ahora no podría quedarme embaraza. Bueno, si me quedase, pues lo tendría, no como esas que abortan. Otra ley asquerosa que seguro que elimina el nuevo presidente. ¡Mira! Laura lo tuvo y le fue todo muy bien, gracias a sus padres. Que la echaran de casa le vino muy bien para madurar, y ahora está muy feliz. El otro día la vi por la calle agarrada de un señor mayor, seguro que era su abuelo, y estaba llorando de alegría… Pero no, no puedo quedarme ahora embarazada. Bueno, uso preservativo. ¡Ah no! Que es pecado. No pasa nada, sigo virgen como hasta ahora y hasta que me case. Total, el sexo es asqueroso seguro, no sé qué le ve la gente. Mi madre me ha contado muchas veces que ella nunca lo ha pasado bien cuando mi padre le decía que tenía que hacerlo. Por suerte volveremos a tener religión en los colegios para que nos enseñen esas cosas. ¡Ay! ¡Qué bien! Más colegios como los de antes, más colegios como el mío. Aprendí tanto allí. Tengo tanto que agradecerles a mis profesores. Y no sólo en clase, ¿eh?, que cuando el padre Damián me llevaba a su despacho, aprendía mucho de lo que es la vida. Más colegios de calidad, como debe ser. Y no esos a los que va la gente. ¡Gratis! ¿Estamos locos? Si quieres aprender cosas, págalas como todo hijo de vecino. Hablando de vecinos, los estudiantes de abajo no estaban ayer. ¿Se habrán ido? Ahora dejarán de chupar del bote. Y los rumanos de arriba están muy callados… a ver… sí… silencio… no estarán, habrán ido a robar o a matar a alguien, como todos los días… Son muy raros. No saludan ni nada cuando nos cruzamos en el portal. Claro. No saben español, no me entienden. Deberían aprenderlo para ser como nosotros, una buena familia. ¿Y los vecinos de al lado? ¿No ha llegado la guachipina que cuida a esa señora mayor? Estoy deseando perderla de vista… a ver si dejamos de gastar dinero en tonterías… mira que pagar a gente para cuidar a gente mayor… ¡A una residencia! Son buenísimas, y fáciles de pagar… Esa señora seguro que puede pagársela… y si no, que espere un poco, estos años le subirán la pensión seguro. Si con dinero todo se consigue, ya lo decía mi padre. Él ha llegado a ser un hombre de éxito gracias al dinero, heredó la empresa de mi abuelo y ahí lo tienes… trabajando como el que más… y no como los vagos de los funcionarios… que no hacen más que quejarse… ¡Debería darles vergüenza!... si no trabajan nada… y cada vez quieren menos… Cuando Rajoy les vuelva a subir el sueldo, seguro que están más contentos… ¿¡Ves!? Con dinero todo se soluciona. Pero con dinero de verdad, del que cuesta ganar. Como a mi padre. Mi padre ayer estaba muy contento, a pesar de haber discutido con mi hermano, decía que todo iba a salir bien a partir de ahora. Que España volvería a ser la que era, y no la que es ahora, llena de moderneces de las que no podemos sentirnos orgullosos en ninguna parte del mundo. A partir de ahora nos tendrán un poco más de respeto en todo el mundo. ¿No decían que tenemos que ser un poco más Europa? Bueno, lo seremos, lo único necesario es hacer más caso a Sarkozy y a Merkel… ellos sí que saben… Menos mal que Rajoy lo sabe... Ahora sí, ahora por fin España tendrá lo que se merece... y gracias a los que hemos votado al PP, me siento tan orgullosa...”
Le sobresaltó el ruido en la puerta. Su madre llamaba.
- ¡María! ¡Despiértate! ¡Hay que ir a la iglesia!
- ¿Hoy? ¿Pero si hoy es lunes?
- Sí, ¡vamos! ¡que hay mucho por lo que rezar!
Se incorporó. Miró el despertador, el reloj marcaba las 11:20.