sábado, 26 de junio de 2010

Millones de cosas en la cabeza

¿A quién no le ha pasado? ¿quién no ha tenido, alguna vez en su vida, miles de cosas en la cabeza? ¿quién no le ha dado millones vueltas a las cosas una vez, incluso, pasadas? ¿alguien es capaz de acertar con la que se supone más importante de todas? ¿la que más pensamos es la más importante? en fin... en algún momento de nuestras vidas se nos llegan a juntar en nuestra mente muchas ideas, y no nos cansamos de darle vueltas, de pensar y pensar... y a veces eso no significa encontrar la solución a muchas de ellas.

Creo, no lo sé seguro, que es una ley de Murphy. Cuando tienes algún quebradero de cabeza por algo que en tu vida cotidiana consideras muy importante, llega alguna cosilla más para hacerle compañía a tus pensamientos. No es suficiente con que tengas que reflexionar sobre una cosa, es propio de la naturaleza humana tener varias cosas en la cabeza... no lo podemos hacer fácil.

Estás en tu casa, tranquilamente, sentado en el sofá del salón, viendo en la televisión algo que te permite oír tus pensamientos (quizá Gran Hermano o Sálvame), reflexionando en lo último que te ha dicho el chico o la chica que te gusta. No sabes muy bien por qué lo ha dicho, y desconoces la intención del mensaje. Eso es lo que te está preocupando en ese momento, y de repente, otro pensamiento entra sin llamar. Los pensamientos pueden llegar a ser muy maleducados.

Como decía, junto a la frase del chico o la chica que te gusta, está tu futuro profesional. La verdad es que no se llevan nada bien, discuten un poco, pero al final el pensamiento "futuro profesional" se impone, al menos momentáneamente. El pensamiento "la frase del chico o la chica que me gusta" ha huído por la ventana. Ahora mismo no sabes qué hacer, dudas de tus capacidades, no sabes si elegiste bien estudiando la carrera que estudiaste, te reconcome la idea del trabajo perfecto, te arrepientes de no haber insistido más en el último para que te renovaran, sabes que no quieres volver al mismo trabajo de siempre que no te lleva a ninguna parte... y la última decisión que tomaste, ¿es de verdad la que querías y la acertada?

El pensamiento "la frase del chico o la chica que te gusta" se asoma tímidamente por la ventana, pero otro abre la puerta. ¡Oh! si es el pensamiento "ayer me enfadé con mi mejor amigo o amiga y tengo que llamar por teléfono"... ahora estás pensando en esa conversación que vas a tener... qué le dirás, cómo lo dirás, qué le contestarás y cómo... el pensamiento "futuro profesional" se está enfadando... insiste. El pensamiento "ayer me enfadé con mi mejor amigo o amiga y tengo que llamar por teléfono" no pelea, se sienta, esperando quizá. Se oye otro ruido...

Entra en escena el pensamiento "¿por qué hice eso anoche?"... el pensamiento "la frase del chico o la chica que me gusta" ha saltado por la ventana... parece que no acepta al pensamiento "¿por qué hice eso anoche?", se miran... si las miradas matasen... En cambio, parece llevarse muy bien con el pensamiento "ayer me enfadé con mi mejor amigo o amiga y tengo que llamar por teléfono"... ¿por qué?... creo que quiero a mi mejor amigo o amiga, él o ella algo me dijeron ayer que me hizo hacer una locura de la que ahora me arrepiento... el pensamiento "futuro profesional" está llorando en una esquina... está solo... y sabe que abandonado... le costará volver a ser el protagonista, aunque no se va... sabe que tiene un papel importante en esa cabecita llena de trivialidades...